En otras latitudes la nieve comienza a derretirse. Aquí en cambio la última tormenta del verano ha pasado, dejando a la tierra mojada, esa misma que desprende de su interior ese olor que solo se huele en los días de lluvia…
El tiempo corre en todas las latitudes, así como la vida corre sin detenerse, cada segundo cuenta y aquí estoy escribiendo unas letras sobre una fotografía en el campo…
Estas fotografías fueron disparadas en el desierto de San Luis – Argentina, es parte del camino que une la costa Este con la Cordillera de los Andes al Oeste, kilómetros de soledad donde solo habitan diferentes tipos de aves salvajes y muchas especies de aves de rapiña.
Una ruta que deja que el automóvil viaje como un potro salvaje devorando kilómetros y kilómetros, música y pensamientos se mezclan durante la travesía, colores que se pintan como en la mejor pintura de arte.
Un amanecer o un atardecer pueden dejar en la retina un sabor dulce y agradable, como si la retina pudiese saborear los colores “A veces mágicos”…, un ruta que da muestras de libertad…
Esta mañana en mi blog encontré un post que yo no había escrito. Pensé hay un hacker en mi cuenta. Poco a poco comprendí…, mi hija había preparado el post anterior “No te rindas”, las letras y la fotografía me hicieron vibrar y sentir tanto amor para así no rendirme jamás…
Como dice la poesía:
No te rindas, por favor no cedas,
aunque el frío queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se esconda y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque la vida es tuya y tuyo también el deseo,
porque lo has querido y porque te quiero.
Hoy convivo con el cáncer pero a medida que pasan los días lucho y sé que lo venceré, ya que aún hay vida en mis sueños y en mi alma.
Esta fotografía que publico pertenece a mi adorable hija Catalina, que está en una montaña de la Cordillera de los Andes, caminando hacia el lugar más alto, así como a mi gusta “ Tocando el cielo”…
Recorrí muchos kilómetros, de Este a Oeste para encontrar la inmensidad, la música de los vientos, los colores mágicos que tiene esta Cordillera de los Andes, a veces inquieta, a veces calma y serena, siempre diferente.
Pocas fotografías en poco tiempo, en un tiempo que parece detenerse en este otoño que camina lento…
Desde Buenos Aires, desde el Este hacia el Oeste, hacia los Andes, cruzando los campos de la Pampa húmeda, cruzando desiertos, sol, lluvia, algún perro durmiendo sobre las cajas del servicio postal en una gasolinera, camionetas antiguas como del pasado con familias que viajaban hacia algún lugar como en otros tiempos, sin prisa, así hasta llegar a la ruta que me llevaría a la gran zona montañosa, así en poco tiempo y en tiempos de primavera…
Del otoño quedaron hojas muertas, el invierno perece lentamente, se consume, ya termina, la primavera comienza a despertar tímidamente con rayos de luz inquietos e impacientes, así como la semilla comienza también a despertar y el brote nace y es y será una hoja nueva en esta primavera, todo sucede cíclicamente en las estaciones y en el tiempo…
Esta vez las nubes estaban en el río. A media mañana salimos con mi amigo a navegar por el Delta del Paraná, el embarcadero esta en mi club a pocas cuadras de mi casa en el mismo pueblo.
Quizás me tome un tiempo sin navegar, más de un año sabático, un largo tiempo sin encontrar la tranquilidad y el verde que nace salvaje en las islas de este Delta maravilloso. Muchos ríos y arroyos integran este Delta, sus aguas llegan desde el Noreste de Argentina, desde Paraguay y Brasil, para desembocar en el Río de la Plata en Buenos Aires…
Un microsistema sin contaminación, donde el aire, la vegetación y las casas de las islas forman parte de algo atractivo y curioso.
Pocos saben que pase mucha parte de mi vida por estos ríos cuando remaba en mi club y en la selección nacional de remo de mi país.
Por aquí a veces dejo que mi alma navegue y se pierda en los riachos y en verde puro, donde el tiempo parece detenerse mágicamente.
El destino final era una finca de otro amigo, un lugar poblado de árboles y donde la grama crece como si fuese una alfombra verde, la naturaleza brilla y seduce, quizás como si fuese el canto de las sirenas…
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This time the clouds were in the river. By mid-morning we went out with my friend to navigate the Parana Delta, the pier is in my club a few blocks from my house in the same village.
Maybe I took some time without browsing more than a year off, a long time without finding tranquility and green wild born in the islands of the Delta wonderful. Many rivers and streams make up the Delta, the water coming from the Northeast of Argentina from Paraguay and Brazil, and flows into the River Plate in Buenos Aires …
A microsystem without pollution, where the air, vegetation and houses of the islands are part of something attractive and funny.
Few know that pass much of my life in these rivers when rowing in my club and the national team of my country rowing.
For here sometimes let my soul surf and get lost in the streams and pure green, where time seems to stand still magically.
The final destination was a farm of another friend, a place populated by trees and where the grass grows like a green carpet, nature shines and seduces, maybe as if the song of the sirens …
Mientras navegábamos a nuestro babor la muchacha luchaba entre el pequeño bote y la escalera, intentando subir a la costa.
As we sailed to our port side struggling girl between the small boat and the ladder, trying to climb to the coast.
Flor acuática – flower water
El día terminaba y regresábamos a media máquina, ya habíamos escuchado el canto de las sirenas en medio de la naturaleza de este Delta maravilloso.
The day ended and we returned at half speed, and we heard the song of the sirens amidst the wonderful nature of the Delta.
Los vientos cálidos llegaban del Norte-Este, desde Brasil. ¡Siempre sucede! Y así las grandes masas de aire caliente persisten durante días, hasta que tímidamente comienzan a llegar los vientos más fríos desde el Sur, desde la Patagonia. El choque entre las dos masas de aire genera nubes indómitas, la luz y sus figuras parecen tener la historia, el pasado y lo que alguna vez sucedió cuando no había nada…
Así una vez más la mirada se pierde en el horizonte lejano y la fotografía capta ese momento mágico en un atardecer de verano…
En la antigüedad muchas culturas y doctrinas usaban el grupo de elementos para explicar los patrones de la naturaleza.
Los Griegos mencionaban: Tierra – Agua – Fuego – Aire
Los Hindúes y los Japoneses agregaron uno más el éter quizás invisible como el alma…
Los Chinos en su medicina milenaria distinguieron a la Tierra – Agua – Metal – Fuego – Madera
Todos apreciaban el flujo, la marea y la energía..
Caminando encontré el lugar allí estaban todos los elementos en el paisaje, los barcos la madera y el metal, el hombre con su tabla quizás esperaba al éter que llevaría a lugar de soñado, también el agua, el aire y la tierra… También se sumaban las nubes caprichosamente pintadas en el cielo, ellas son también de agua…
Lo mágico del paisaje me permitió percibir que:
«El Fuego como escribió Calderón de la Barca esta en mi alma…»